Shinkage-ryu es una de las escuelas más representativas de kenjutsu (de “ken“, espada, y “jutsu“, arte o técnica) y tiene su origen en el Japón del siglo XVI. Fue fundada por Kamiizumi Ise-no-Kami Nobutsuna, samurái y maestro de esgrima muy respetado en su era. Nobutsuna nació en la época de las guerras civiles del Japón feudal (el sengoku) y estudió los principales estilos de kenjutsu. Al combinarlos, creó su propio estilo, que llamó Shinkage-ryu: “nuevo estilo de la sombra”.
El término Shinkage-ryu se refiere a las características técnicas propias del estilo, consistentes en esquivar el ataque del oponente y contraatacar rápidamente. El enfoque técnico del Shinkage-ryu se ejemplifica en la técnica de Mukei no Kurai, que significa “posición intangible”, una guardia que combina tanto la ofensiva como la defensa. La idea es superar la Satsujin-ken (“la Espada Asesina”), que es una filosofía de kenjutsu que busca intimidar de manera agresiva al oponente para que no ataque. En lugar de eso, la filosofía Katsujin-ken (“la Espada que Da Vida”) busca que el oponente se exponga al atacar y, en ese momento, derrotarle. El estilo se caracteriza por su énfasis en la velocidad, la precisión y la eficiencia en el uso de la katana.
A lo largo de los siglos, el Shinkage-ryu se ha convertido en uno de los estilos de esgrima más prestigiosos en Japón y ha influenciado en gran medida el desarrollo de otros estilos de kenjutsu, kendo y otras artes marciales como el Aikido. Aunque el Shinkage-ryu ha evolucionado y se ha adaptado a lo largo del tiempo, todavía se enseña y se practica hoy en día en Japón y en todo el mundo como un arte marcial histórico y respetado.
El fundador del Shinkage-ryu, Kamiizumi Ise-no-Kami Hidetsuna (más tarde Nobutsuna), nació en 1508 en el castillo de Kamiizumi en la provincia de Kōzuke (actualmente la ciudad de Maebashi, prefectura de Gunma, Japón), al final del shogunato del clan Ashikaga. En esa época de la historia, los señores feudales de Japón estaban inmersos en un largo y violento conflicto por el liderazgo de las distintas provincias y del país: este período se conoce como “La Era de los Estados en Guerra” (el Sengoku Jidai, entre los años 1467 y 1638).
Habiendo nacido hijo del señor de un castillo en tiempos turbulentos, desde la infancia dedicó su tiempo no solo a los estudios académicos, sino también a la práctica del Zen y al entrenamiento en artes marciales. Después de dominar las artes militares de la escuela Ogasawara (un estilo basado en las enseñanzas y tácticas del gran militar y filósofo chino Sun-Tzu), Kamiizumi Ise-no-Kami ganó una gran reputación como guerrero y estratega. Aunque era conocido como el mejor lancero de la prefectura de Gumma (llamada Kōzuke-no-kuni en ese momento), habiendo liderado el famoso grupo de élite militar “Las Dieciséis Lanzas de Nagano”, desarrolló un particular interés en el estudio de la esgrima.
Su entrenamiento con la espada se basó en gran medida en las principales escuelas de kenjutsu practicadas por los samuráis de la época: Katori-Shinto-ryu, Nen-ryu y Kage-ryu. En particular, utilizó el principio de Marobashi-no-Michi de Kage-ryu como piedra angular de Shinkage-ryu.
Se dice que adquirió la comprensión completa (o “iluminación” en la filosofía Zen) del principio de Marobashi al darse cuenta, durante su estudio de las técnicas de Enkai-no-Tachi de Kage-ryu, de que los principios del Zen, en el que se había sumergido desde su juventud, y de la filosofía de Sun-Tzu, manifestada en la escuela Ogasawara, se fusionaban y se convertían en un todo perfecto en las técnicas de la “rápida y fluida espada circular” o Enkai-no-Tachi.
Como guerrero, Kamiizumi Ise-no-Kami se oponía a involucrar a sus subordinados o a aquellos que pertenecían a uno de sus feudos en batallas en las que era probable que perdieran sus vidas y, siempre que era posible, evitaba conflictos fútiles y sin beneficio, mostrando una actitud inusual entre los miembros de la clase guerrera de aquellos tiempos. Es casi seguro que tal pensamiento nació de largos años de disciplina Zen.
Aun así, en un intento por evitar la caída del castillo de Minowa y con tan solo un pequeño número de hombres bajo su mando, Kamiizumi Ise-no-Kami invadió el campamento enemigo aún sabiendo que sus fuerzas eran muy inferiores numéricamente y que el ataque suponía una muerte casi segura. Sin embargo, el comandante enemigo, Takeda Shingen, que valoraba y respetaba a Kamiizumi Ise-no-Kami, tuvo que ordenar a sus fuerzas que se retiraran ante el ataque. Tras la batalla, Kamiizumi Ise-no-Kami decidió abandonar la vida de guerrero para dedicarse plenamente al desarrollo del kenjutsu, emprendiendo un viaje por todo Japón para difundir las enseñanzas del estilo que él había creado, el Shinkage-ryu.
Normalmente, en la esgrima se enseñaban técnicas para matar al enemigo con la espada; sin embargo, durante sus viajes, Kamiizumi Ise-no-Kami predicó un enfoque diferente. En sus propias palabras: “las técnicas de Shinkage-ryu son imbatibles; pero esto no surge de la toma innecesaria de vidas, sino de la verdadera valentía que se requiere para evitar conflictos innecesarios“. Nace así el concepto de Katsujin-ken (“La Espada que Da Vida”), principio subyacente a las técnicas avanzadas de Shinkage-ryu, orientado a la defensa de la vida propia y de la de otras personas mediante la rápida e implacable neutralización del enemigo.
Kamiizumi Ise-no-Kami enseñó y difundió estos principios a sus seguidores en todo el país con la creencia de que un aumento en el número de aquellos que se adhirieran a estos principios anunciaría el fin de la era de la guerra y el comienzo de una sociedad pacífica. Muchos de sus seguidores comprendieron estos principios y, a su vez, hicieron todo lo posible para difundir las enseñanzas de su maestro. Con el tiempo, estos conceptos dieron frutos bajo su discípulo Yagyū Munenori, el maestro de esgrima del Shogun, y se establecieron como la base de los 300 años de la era Tokugawa.
Por todo ello, Kamiizumi Ise-no-Kami es actualmente considerado una de las figuras centrales del kenjutsu japonés, siendo uno de los pocos espadachines de la historia conocidos bajo el honorífico Kensei: “Santo de la Espada”.
Kamiizumi Ise-no-Kami, el fundador del Shinkage-ryu, inventó el fukuroshinai en el siglo XVI como una herramienta de entrenamiento seguro para los estudiantes de su escuela de esgrima, de manera que estos puedan perfectionar su técnica practicando con plena fuerza y velocidad evitando los problemas que pueden surgir de la práctica con bokken (espadas de madera).
El fukuroshinai es una espada de práctica hecha de bambú y cuero, que simula el peso y la forma de una katana real, pero con menos riesgo de lesiones durante el entrenamiento. El núcleo de bambú del fukuroshinai, lijado y cocido para aumentar su flexibilidad y resistencia, está cortado en varias secciones en su extremo y cubierto por una funda de cuero lacado (normalmente con lacado rojo, aunque también en blanco o negro), permitiendo a los practicantes de Shinkage-ryu practicar el contacto con el oponente.
La creación del fukuroshinai es una muestra del ingenio y la creatividad de Kamiizumi Ise-no-Kami. Al reconocer la importancia de la práctica segura, Kamiizumi inventó una herramienta que no solo permitía a los estudiantes practicar con seguridad, sino que también les permitía mejorar su técnica de manera más eficiente.
Los artesanos japoneses siguen creando hoy en día fukuroshinai de alta calidad, de acuerdo a las técnicas ancestrales de construcción innovadas por Kamiizumi Ise-no-Kami, que son exportados para su uso por los practicantes de Shinkage-ryu en todo el mundo. El Club Shinkage-ryu de España dispone de fukuroshinai japoneses para su utilización en nuestras clases.
Yagyū Sekishūsai Taira-no-Munetoshi (1529-1606) fue un samurái y general famoso en su época por difundir el estilo Shinkage-ryu en Japón. Entrenó bajo Kamiizumi Ise-no-Kami a partir de 1563 y perfeccionó las técnicas del Muto-dori (desarmar al espadachín atacante aun cuando se está desarmado), siguiendo el principio de su maestro de evitar la innecesaria toma de vidas. Consolidó las técnicas del Shinkage-Ryu, escribió varios tratados sobre el estilo y continuó difundiendo el arte.
Su hijo, Yagyū Munenori (1571-1626), alcanzó la categoría de damyo (señor feudal) y se convirtió en el maestro de esgrima del Shogunato Tokugawa, sirviendo como “maestro de artes militares” para los tercer y cuarto shogunes Tokugawa, Hidetada e Iemitsu, y mostrando una profunda comprensión de los principios expuestos tanto por su padre como por Kamiizumi Ise-no-Kami.
Como señor feudal, Munenori aplicó las enseñanzas del Shinkage-Ryu a sus actividades políticas dentro del Shogunato, al mismo tiempo que difundía la filosofía del estilo enviando a muchos de sus estudiantes a servir como maestros de espada en los hogares de varios daimyo. Muchos de éstos se convirtieron en estudiantes directos de Munenori, quien escribió varios tratados sobre esgrima y filosofía y se hizo conocido en Japón como “el gran maestro de la espada viviente”.
Yagyū Hyōgonosuke Toshitoshi (1579-1650), también conocido como Toshiyoshi, era nieto de Sekishūsai y uno de sus principales discípulos. Toshitoshi recibió del propio Sekishūsai el importante tratado Shinkage-ryu Kiriai Kudensho no koto (“Libro de transmisión oral de la técnica de Shinkage-ryu”) en el que su abuelo había compilado las enseñanzas de Kamiizumi. A su vez, Toshitoshi escribió su propio tratado del estilo conocido como Mokuroku.
Cuando la línea de Shinkage-ryu establecida por Munenori desapareció con el colapso del Shogunato Tokugawa, Toshitoshi continuó evolucionando y difundiendo su estilo, cuya forma y métodos de entrenamiento se ha mantenido hasta la época presente.
La Teoría del Shinkage-ryu se puede dividir en la teoría relacionada con las técnicas de espada y la teoría espiritual. Sin embargo, se debe tener en cuenta que tradicionalmente ambas partes forman un todo en la filosofía que Kamiizumi Ise-no-Kami desarrolló al elaborar el estilo: el Marobashi.
El concepto “Marobashi”, central para el arte marcial Shinkage-ryu, tiene un significado complejo, pero puede definirse como el “camino de la naturaleza, la libertad y la energía de la vida“. En términos filosóficos, el Marobashi, tal y como fue concebido por Kamiizumi Ise-no-Kami, incorpora la filosofía de Sun-Tzu y el pensamiento Zen al combate con la espada: en el kenjutsu, el Marobashi se refiere a la capacidad de adaptarse a la situación en el campo de batalla y aprovechar la energía del oponente para lograr la victoria, en lugar de simplemente luchar con fuerza bruta.
Así, el Marobashi se refiere a una combinación de filosofía, estrategia y técnica. En palabras del propio Kamiizumi Ise-no-Kami:
“El concepto de ataque y defensa reside en adaptar cada una de las acciones a nuestro enemigo, de la misma manera que un marinero izará la vela cuando el viento se levante, o un cazador liberará el halcón al avistar un conejo. Es común pensar en el ataque puramente en términos de ataque y la defensa puramente en términos de defensa: sin embargo, hay elementos de defensa en el ataque y de ataque en la defensa. El practicante de Shinkage-ryu debe comprender completamente el significado del verso del poema chino sobre “el gato que duerme bajo las peonías” (aparentemente dormido, pero siempre alerta).”
-Kamiizumi Ise-no-Kami
Por su parte, nuestro contemporáneo, el Gran Maestro de Shinkage-ryu Watanabe Tadashige, explicaba así la filosofía del Marobashi en su obra “Técnicas de Espada del Shinkage-Ryu” (1993):
“Marobashi” tiene un significado dual, utilizándose como un término que representa las verdades internas de la filosofía del militarista chino Sunzi (Sun-Tzu), y también para referirse a la iluminación divina en los círculos de Zen.
En términos de combate, uno debe conocer al enemigo y a sí mismo; uno debe hacer que el enemigo se adapte a su propia voluntad y, cuando éste hace su movimiento y el “león” viene a morder el cebo, responder con toda su fuerza, como una avalancha de rocas que desciende por la montaña hacia el valle, o como el agua que brota de una presa rota.
Al mismo tiempo, el estado espiritual del espadachín debe abarcar tanto la benevolencia predicada por el Zen (la filosofía de la paz, la no agresión y el amor por sus semejantes) como la flexibilidad constante (la libertad y la naturaleza de la vida), lo que le permite no absorberse o apegarse totalmente a nada.
En consecuencia, el practicante de Shinkage-ryu debe purgar el mal de su corazón, profundizar su comprensión de la humanidad y enfrentarse a las fuerzas del mal con el coraje nacido de la verdad. Al mismo tiempo, siempre debe mostrar benevolencia hacia sus semejantes, esforzándose constantemente por profundizar su conocimiento de la humanidad y por erradicar el mal del mundo, trabajando hacia este fin a través del riguroso entrenamiento y la disciplina.”
–Gran Maestro Watanabe Tadashige (1993)
Esta filosofía se ve reflejada en el concepto de Katsujin-ken. En la historia de la esgrima japonesa hay dos escuelas de uso de la espada (Dann, 1978; Nakamura, 1973; Warner and Draeger, 1982):
En la historia de las artes marciales japonesas, Kamiizumi Ise-no-Kami fue el primero en aplicar tal filosofía Zen a la esgrima. Fue en este espíritu que desarrolló técnicas para desarmar a su atacante, aun cuando uno no porta una espada, sin necesidad de tomar vidas innecesariamente, y este enfoque ejerció una considerable influencia sobre otras escuelas de esgrima.
En Shinkage-ryu hay una gran cantidad de técnicas de espada y es a través del estudio y la práctica rigurosa de estas técnicas que uno puede aprender no solo los movimientos en sí, sino también la filosofía subyacente y el significado espiritual. El practicante de Shinkage-ryu personaliza la filosofía del Marobashi combinando ambos aspectos, el físico y el espiritual, en uno solo.
Algunos de los escritos históricos y tradicionales en los que se basan los estudios de la Teoría del Shinkage-ryu incluyen: